Durante aquellos meses letales de primavera, Rubén Martín Benito (celador del Hospital General de Villalba y fotógrafo), sintió que era el momento de recordar para siempre el esfuerzo y la entrega de todo el equipo humano que se dejaba la vida por los demás.
Cogió su cámara, y se adentró donde su trabajo le permitía, para contar su visión de lo que se vivía en las urgencias, en las UCI´s, en las salas de espera y en los pasillos. Con respeto extremo, con cuidado y con cariño, siempre fiel a la verdad que se vivía allí, Rubén documentó parte de esa realidad que no se veía en televisión. En aquellos días de marzo y de abril, 3 o 4 personas de cada diez que entraban en un hospital en Madrid perdían la vida, pero el personal de los hospitales trabajaba a destajo para bajar esa cifra. El propio Rubén explica con sus palabras lo vivido durante esos meses.
Al principio no sabíamos nada, trabajábamos mucho y nos protegíamos poco, no había mascarillas ni batas, incluso en un momento dado escaseaban los guantes. Fue duro, lo peor que he visto en diez años de profesión. Murió muchísima gente, más de la que supimos, más de la que sabemos.
Una noche más, parecía que estábamos viviendo una pesadilla. Cenábamos algo a las cinco de la madrugada con los compañeros, exhaustos cuando recuerdo que pensé: “Esto nunca se verá.” Un momento histórico, fatídico, pero histórico.
Yo trabajaba de puertas para dentro, lo estaba viendo, y ya había disparado mi cámara en quirófano, me conocían y sabían que en todo momento mi trabajo respetaba la intimidad del paciente. Al día siguiente me dieron luz verde para realizar mi proyecto fotográfico. Si una imagen vale más que mil palabras, hice unas cuantas para no olvidar lo que vivimos todos durante casi tres meses de caos en todos los centros sanitarios y sociosanitarios de nuestro país.
Rubén Martín Benito
Celador en el Hospital General de Villalba y fotógrafo